Nuestra historia

¿Qué hay detrás de Walinwa?

Walinwa nace para acabar con las faltas de ortografía.

Walinwa nace con el objetivo de encontrar la solución a una necesidad real: acabar con las faltas de ortografía. Para ello ha desarrollado un método educativo innovador que aplica las metodologías enmarcadas en las tecnologías del aprendizaje y el conocimiento (TAC).

Actualmente no hay consenso en cuanto a los motivos por los cuales gran parte de los escolares cometen faltas de ortografía: algunos argumentan que se debe al mal uso de las nuevas tecnologías, especialmente en las redes sociales; otros dicen que la causa es la falta de lectura, y otros ven el problema en el propio sistema de aprendizaje, ya que no parece muy lógico seguir utilizando una herramienta del siglo XIX como el cuaderno de ortografía, para enseñar a alumnos del siglo XXI.

El reto: acabar con las faltas de ortografía.

Escribir sin faltas de ortografía es todo un reto hoy en día. Según estudios realizados en distintos centros de enseñanza, los alumnos de 11 años cometen, de media, una falta de ortografía por cada 16 palabras escritas.

Nos alarmamos cuando nuestro hijo no resuelve bien una operación matemática sencilla, como una suma o una resta y, sin embargo, le quitamos importancia a las faltas de ortografía que cometen, justificando que son pequeños y que «ya aprenderán».

Resolver un problema que afecta a todos por igual.

Los errores ortográficos no son exclusivos de un género u otro, ni afectan más según el tipo de centro escolar, sino que la alarma es generalizada y se extiende a todos los niveles educativos.

Lo que más preocupa a los profesores que solicitan los servicios de Walinwa es el notable crecimiento de estas deficiencias en los cursos más avanzados, incluso en Bachillerato y en la prueba de acceso a la Universidad.

Una solución para aprender y evaluar.

Muchos profesores ponen de relieve un asunto polémico en las aulas: ¿cómo evaluar las faltas de ortografía en las pruebas escritas? Todos nos hacemos la siguiente pregunta: ¿es justo suspender a un alumno en un examen por las faltas de ortografía o lo que se tiene que evaluar son exclusivamente los contenidos de las distintas materias?

Existe gran discrepancia en este asunto, dependiendo de si le preguntas al alumno, al padre o al profesor.
¿Tú qué harías?